El Renacer del Sistema de Defensa Nacional

¿UNA INDISPENSABLE POLÍTICA DE ESTADO?

(Concepción estratégica de la Defensa Nacional elaborada por el Instituto de Estudios Estratégicos para la Defensa Nacional. IEEDN)
-Capitán de Navío VGM (RE) Sergio Coppini -Vicealmirante VGM (RE) Esp. Eduardo A. Fondevila Sancet -Comodoro de Marina VGM (RE) Mg. Eduardo L. Ganeau -Coronel Mayor VGM (RE) Lautaro Jimenez Corbalán -Mg. Aldo M. Senestrari -Dip. Nac. MC Carlos Gastón Roma.

A cuarenta años de continuidad democrática bien vale reconocer una situación del Sistema de Defensa Nacional cuya recuperación no admite dilaciones por cuanto su falta de capacidades compromete la existencia de la República Argentina tal como la conocemos e imaginamos, ya que hay afectaciones presentes y un alto riesgo sobre los tres intereses vitales nacionales: el territorio, el pueblo y su forma de gobierno, así como otros intereses estratégicos. Reluce entonces esta situación como una delicada peculiaridad argentina que lleva a preguntarnos:

¿QUÉ NOS PASA CON LA DEFENSA NACIONAL?

Contexto

“FUNCIÓN DEFENSA”, según el Clasificador Económico es el porcentaje del gasto destinado por la administración pública nacional al tipo de servicio (función) que presta a la comunidad, respecto del Producto Bruto Interno. Comprende conducción, planificación, alistamiento y operación de las FFAA. Puede concluirse que aproximadamente solo la mitad del gasto del Ministerio de Defensa es dedicado a la función de la Defensa Nacional. En el gráfico se aprecia: ● El promedio mundial de gastos de Defensa es de aproximadamente el 2,4% del PBI. ● El promedio sudamericano es de aproximadamente el 1,5 % del PBI ● Desde 2006 Argentina dedica menos del 1 % del PBI. Desde 2019 Argentina dedica menos de la mitad del promedio sudamericano. En 2023 por todo concepto, la jurisdicción tendría su menor histórico: el 0,65 % del PBI. ● Según el nomenclador económico nacional, solo se gasta en la función específica de la Defensa aproximadamente la mitad del presupuesto del Ministerio de Defensa (el 0,28 % del PBI). ● En el Libro Blanco de la Defensa Nacional del año 2010 y en el primer Ciclo de Planeamiento de la Defensa Nacional del año 2012 se contempló alcanzar hasta el 2020 para la jurisdicción, el 1,5 % del PBI. ● En los últimos trece años no solo no se cumplió lo planificado, sino que el esfuerzo en Defensa Nacional medido como porcentaje del PBI ha disminuido al menor nivel conocido de la historia argentina. ● Desde 2010 hasta 2023, la diferencia entre lo planificado y lo hecho acumula un monto mayor a 20.000 millones de dólares estadounidenses derivados a otras finalidades del Estado nacional. Un equivalente a más de cinco presupuestos anuales de defensa promedio (4.000 mill. de dólares) Es entonces hora de concebir e implementar una indispensable política de Estado que permita proteger los intereses vitales y estratégicos argentinos que, con determinación, progresión y continuidad constituya “EL RENACER DEL SISTEMA DE DEFENSA NACIONAL”

EL RENACER – Descripción e interpretación de la Defensa desde el punto de vista argentino

Esta política debe ser incentivada y conducida por el Presidente de la Nación Argentina en su papel esencial como líder político argentino y Comandante en Jefe de las FFAA, con el apoyo y supervisión del Congreso de la Nación, e implementarse mediante una Directiva Política de Defensa Nacional ( DPDN) durante el primer año de gobierno que contempla una descripción e interpretación desde el punto de vista argentino de la situación global, regional y local; una política de Defensa que establezca el gran rumbo a adoptar definiendo la actitud estratégica con objetivos a lograr y contemplando los recursos para su concreción en el corto, mediano y largo plazo; y finalmente, señalando las directrices necesarias a todos los integrantes del Sistema de Defensa Nacional para su inequívoca y oportuna ejecución.

A nivel global se da una severa inestabilidad internacional provocada por diversos factores de esta época que constituyen multiplicadores de conflicto como la conectividad de la globalización, el incesante crecimiento de la población mundial que se duplicó en el último medio siglo, las crisis generadas por las consecuencias del cambio climático y la disputa por la hegemonía mundial entre Estados Unidos de América y la República Popular China que, aproximando a la “Trampa de Tucídides”, incentivan otros conflictos internacionales de diverso tipo e intensidad. Tal es el caso de la actual guerra entre la Federación Rusa y Ucrania. A nivel regional de Sudamérica y mares adyacentes se da una relativa estabilidad política y ausencia de conflictos armados interestatales. No obstante, existe un marcado desequilibrio entre las capacidades militares de algunos Estados, como es el desventajoso caso de Argentina respecto de sus vecinos más importantes. 

 
 
 
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